Los Pirineos son uno de los grandes destinos de montaña de la península. Con picos que superan los 3.000 metros, valles verdes, lagos y una gran red de senderos, es un lugar ideal para disfrutar del verano al aire libre. A continuación, te presentamos 10 pueblos del Pirineo catalán y aragonés que destacan por su entorno, patrimonio y el encanto de sus calles.
Artíes - Lleida
En la Val d’Aran, mezcla de tradición aranesa y ambiente acogedor junto al río Garona.

Esterri d'Àneu - Lleida
Centro neurálgico del Pallars Sobirà, perfecto para descubrir el Parque Nacional de Aigüestortes.

Taüll - Lleida
Famoso por sus iglesias románicas Patrimonio de la Humanidad y las vistas de la Vall de Boí.
Queralbs - Girona
Casas de piedra, calles estrechas y el punto de partida del tren cremallera a Vall de Núria.
Beget - Girona
Un pequeño pueblo de postal con puente medieval y la iglesia románica de San Cristóbal.
Aínsa - Huesca
Villa medieval con una plaza porticada única y vistas al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Torla-Ordesa - Huesca
Puerta de entrada a uno de los valles más espectaculares del Pirineo: Ordesa.
Alquézar - Huesca
En el Somontano, rodeado de cañones y con un casco histórico espectacular.
Ansó - Huesca
Uno de los pueblos mejor conservados del Pirineo, con su arquitectura de piedra y madera y sus trajes tradicionales.
Panticosa - Huesca
Famosa por su balneario de aguas termales y rutas de alta montaña.