Si estás pensando en realizar el Camino de Santiago en invierno te recomendamos que sigas leyendo porque te explicaremos al detalle todo el material imprescindible para ir bien protegido y disfrutar al máximo de la experiencia.
¿Por qué hacer el Camino de Santiago en invierno?
Si tu idea es vivir una experiencia de introspección y reflexión, el Camino de Santiago en invierno es una excelente opción, podrás vivir una experiencia menos turística y más espiritual. Los paisajes nevados, la belleza de la naturaleza y alojamientos menos masificados y más tranquilos.
Mientras que en primavera y verano es posible que no necesites una gran planificación, en invierno es necesario organizarte bien teniendo en cuenta que hay menos servicios disponibles. Tampoco hace falta que te adelantes mucho, pero si que llames con antelación a los posibles alojamientos para asegurarte que están abiertos y preguntes en ellos por los servicios disponibles en la etapa que vayas a realizar (restaurantes, bares o lugares donde descansar e ir al baño). La mayoría de albergues municipales abren todo el año, por lo que no vas a tener problemas de alojamiento.
¿Cómo prepararte para el Camino de Santiago en invierno?
Al igual que en verano, lo importante es tener claro la ruta que vas a realizar y procurar utilizar el material antes de empezar el Camino de Santiago. En especial, en invierno, el calzado suele ser más duro que en verano, por lo que es importante utilizarlo unas semanas antes realizando algunas rutas de senderismo o trekking para que se adapte bien a tu pie y así evitar posibles rozaduras o ampollas.
Para el Camino de Santiago en invierno es importante tener en cuenta que vas a llevar algo más de peso que en verano, por eso es importante valorar invertir en material de calidad, muy ligero pero que te proteja bien del frio y la lluvia. Llevar muchos gramos de más pueden hacer que tu experiencia cambie por completo. También es importante reservarte unos días de más por los “retrasos por imprevistos”. En Galicia, hay algunos días de lluvia intensa o fuertes nevadas en los que es mejor quedarte a resguardo y protegido en algún albergue o cafetería. Si tienes unos días de margen vas a ir más tranquilo si tienes que realizar paradas involuntarias.
Lista de material para el Camino de Santiago en invierno
Una vez planificada la ruta y los días de viaje, toca preocuparte del material que vas a llevar. Así como en verano, la ropa ocupa menos en invierno vas a necesitar más ropa de abrigo y esto incrementará el peso que lleves encima. Por ese motivo, es importante contar con el material más ligero posible para no arrepentirte de todo lo que vas a cargar durante el Camino.
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Mochila entre 30 y 45L. Busca mochilas que sean ligeras, con un tejido resistente para que no se rompa con las rozaduras de ramas o al dejarla en el suelo para descansar. Es importante que puedas llevar aparte un protector impermeable para la mochila que te permita llevar bien protegidas tus cosas bajo la lluvia o la nieve.
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Saco de dormir compacto. En este caso, busca un saco de dormir ligero y que abulte poco para que puedas tener espacio para otras cosas, es importante que abrigue bien, ya que no hay nada peor que pasar frío por las noches. Comprueba los rangos de temperatura del saco de dormir para elegir el grosor del aislamiento que mejor se adapte a tus necesidades.
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Calzado para caminar. Elige un calzado impermeable, a ser posible con membrana Gore-tex. En el caso de realizar el Camino de Santiago en invierno, te recomendamos que apuestes por unas buenas botas de montaña, que te permitirán llevar el pie bien protegido y evitar que la nieve entre dentro del calzado.
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Calzado de ducha o descanso. Es importante contar con un calzado para ducharte y descansar los pies cuando llegas al albergue. Las chanclas iQushion de FitFlop son ergonómicas, reducen la presión plantar, son ultraligeras y muy cómodas para llevar como calzado de descanso durante el Camino de Santiago en invierno. En invierno hay menos horas de luz, por lo que una opción excelente es llevar un frontal ligero y compacto para poder ver bien a primera hora de la mañana o por las tardes cuando empieza a oscurecer.
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Bastones de trekking. Es posible que durante el camino encuentres tramos embarrados o nevados que dificulten el paso con normalidad. Si dispones de unos buenos bastones de trekking, plegables y ligeros, podrás caminar más cómodamente y contar con puntos de apoyo en bajadas y subidas.
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Polar o chaqueta de plumas ligera. Un imprescindible para llevar en invierno, te permitirá ir abrigado y protegido del frío. Es importante buscar un modelo ligero, elástico que te permita una buena libertad de movimiento. Lo podrás utilizar para caminar o para cuando estés descansando en el albergue.
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Chaqueta impermeable y cortavientos. Totalmente imprescindible. En algún momento del camino te vas a encontrar con la lluvia y el viento. Estas chaquetas te permitirán ir bien protegido y seguir caminando durante esa etapa.
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Pantalones de tekking. Elige un par de pantalones de trekking que sean resistentes a las rozaduras, ligeros y elásticos para ir cómodo.
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Calcetines de trekking. Busca calcetines que no tengan costuras y que sean transpirables, además que se ajusten bien a tu talla del pie. Es mejor que lleves varios pares para que puedas cambiarlos si no da tiempo a que se sequen del todo.
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Camisetas de trekking. Depende del frio que haga cuando realices el Camino de Santiago, tienes camisetas de manga larga o de manga corta. Lo bueno de estas camisetas es que son ultraligeras, se secan muy rápido y su tejido es especialmente suave para evitar rozaduras.
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Gorro y guantes. Es importante llevar a mano un buen gorro y unos guantes ligeros que te permitan abrigarte frente al frío.
Obviamente hay multitud de cosas más para llevar contigo, pero esto es lo primordial para que puedas disfrutar del camino. Recuerda que lo mejor es invertir en prendas ligeras y comprimibles y menos es más, no venirse muy arriba con infinidad de material porque es peso que vas a tener que llevar.