
5 consejos para limpiar bien tus botas de montaña o zapatillas de trail
5 consejos para limpiar bien tus botas de montaña o zapatillas de trail
Las botas de montaña y las zapatillas de trail son una inversión esencial para todo aventurero. Con el uso y el paso del tiempo se desgastan, y obviamente es inevitable mancharse de barro y otros elementos, sobre todo en esta época lluviosa. Aun así, tenerlas bien cuidadas puede hacer que duren muchos más años.
La durabilidad de las zapatillas de trekking se ve especialmente afectada por el barro y la humedad acumulada, que hacen el calzado pesado y afectan su calidad. Por un lado, el barro se acumula especialmente en la suela, limitando la fuerza de tracción; o en el upper de la bota, perdiendo transpirabilidad.
Además, queremos destacar que el barro también contiene sedimentos, como restos de materiales que se filtran por la zapatilla y, juntamente con el agua, terminan deteriorando los materiales y costuras. La humedad es otro de los grandes problemas cuando no limpiamos correctamente nuestro calzado, pues favorece la proliferación de moho y hongos. Así que una limpieza correcta de nuestras botas o zapatillas de montaña es esencial.
Antes de entrar en materia, también queremos recordar la importancia de elegir bien tus botas para garantizar comodidad, rendimiento y seguridad. Modelos como las Renegade de Lowa son excelentes opciones.
Ahora sí, aquí tienes algunos trucos para que la vida de tus zapatillas sea muy larga.
Establecer una rutina de limpieza después de cada uso es crucial para alargar su vida útil.
Sacúdelas
Después de una larga excursión es importante sacudir las zapatillas para quitar los restos de barro, polvo, o tierra acumulados para evitar que se dañen los materiales. Si no estás en casa y debes transportar las botas, es importante evitar usar bolsas de plástico, pues favorece un entorno de humedad.
Elimina los restos de elementos acumulados en la suela
En cuanto a la suela, es la parte que sufre mayor desgaste, pues está en constante contacto con el terreno. Por lo tanto, es importante controlar su estado para identificar señas de desgaste irregulares, grietas o desprendimientos.
Recomendamos cepillar la suela para eliminar piedras, barro y otros restos acumulados entre los canales de drenaje. Una pequeña curiosidad es que, además de conservar la bota, limpiando la suela también estamos evitando transportar especies invasoras de un entorno a otro.
Revisa los cordones
Los cordones son un componente esencial para un buen ajuste del pie y asegurar el mejor rendimiento. Con el tiempo, pueden desgastarse, por lo que es recomendable revisarlos periódicamente y reemplazarlos si es necesario. Asegúrate de atar las botas distribuyendo la presión de manera uniforme para evitar puntos de tensión.
Limpia la parte exterior
Te recomendamos que utilices un cepillo suave o una esponja húmeda con agua tibia jabonosa para eliminar toda la suciedad. ¡Recuerda! Evita el uso de agua caliente, pues podría dañar el tejido.
Aunque meterlas en la lavadora puede parecer una opción rápida, esto puede hacer que se desformen o que se desprendan algunas partes pegadas. Lo mejor es limpiarlas a mano y sin detergentes agresivos. Presta especial atención a las costuras y otras zonas propensas a acumular suciedad.
Después de limpiar las botas tienes que asegurarte de secarlas bien. El secado adecuado es crucial para evitar que tus botas pierdan forma o se estropeen rápidamente a causa de la humedad.
Evita secarlas cerca de fuentes de calor intenso como radiadores, calefactores o la secadora, ya que el calor intenso puede deformarlas y dañar los materiales. En su lugar, déjalas secar de forma natural a temperatura ambiente. Un tip es rellenar las botas con papel de periódico para acelerar el secado.
También es recomendable retirar las plantillas para asegurar que el interior se seque completamente.
Si vives en una zona con lluvias frecuentes o si usas tus zapatillas en exteriores, es importante aplicar un tratamiento impermeabilizante. Estos productos crean una capa protectora que previene que el agua penetre en los poros de la bota y dañe los materiales.
El almacenamiento correcto también es importante para alargar la vida útil de las botas. Cuando no estés usando tus botas, guárdalas en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad y el polvo. Evita dejarlas expuestas a la luz directa del sol durante largos períodos, ya que esto puede hacer que los colores se desvanezcan y los materiales se debiliten.
Si usas siempre el mismo par de botas, se desgastarán más rápido. Si es posible, alterna entre diferentes pares según la ocasión, permitiendo que cada uno descanse y recupere su forma entre usos.
Con estos sencillos cuidados, puedes alargar la vida útil de tus botas y asegurarte de que sigan luciendo como nuevas por más tiempo. Un mantenimiento adecuado no solo mejora su durabilidad, sino que también te permite disfrutar de un calzado cómodo y funcional a lo largo del tiempo.
¡Pon en práctica estos cuidados y mantén tus zapatillas en perfecto estado!
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